Doctor, me duelen los pies. Metatarsalgia

La Metatarsalgia es el dolor e inflamación que se produce en una parte del pie conocido como el metatarso. Por lo general, se ve afectada la cabeza del primer metatarsiano, proximal al dedo gordo del pie, así como la cabeza del segundo, tercer y cuarto metatarsianos.

La Metatarsalgia se traduce como ”dolor de metatarso”, siendo el metatarso la parte correspondiente del pie que va desde el tarso (zona proximal y media del pie) hasta el nacimiento de los dedos y que conforma la parte anterior del mismo.

En la mayoría de los casos, el dolor se acompaña de durezas en la zona plantar, que en estadíos avanzados terminan convirtiéndose en los desagradables callos o clavos plantares.

Suele darse más frecuentemente en personas activas, tanto hombres como mujeres, pero mayoritariamente en mujeres de edad media, que andan o corren mucho. También es frecuente en aquellas personas que llevan calzados inapropiados, pues en estos casos se produce una sobrecarga mecánica a nivel de la cabeza de los metatarsianos y en personas con los pies cavos.

La intensidad del dolor puede variar y puede afectar a uno o dos dedos de los pies, a veces todo el pie o incluso los dos pies a la vez. La metatarsalgia puede empeorar al estar de pie, caminar o correr, ya que el peso de nuestro cuerpo recae con mayor fuerza sobre la zona afectado.

¿Cuáles son los signos y síntomas de la metatarsalgia?

Los síntomas pueden variar desde un dolor leve a más grave, y por lo general se hacen más notorios cuando el individuo se encuentra en movimiento. Algunos de mis pacientes lo describen como una sensación de ardor, mientras que otros se quejan de dolor punzante, hormigueo o entumecimiento de los dedos de los pies. En definitiva, puede tratarse de un dolor:

• Quemante;

• En la parte anterior del pie;

• Cerca de los dedos de los pies;

• Que aumenta al caminar con los pies descalzos, y más aún si caminamos sobre una superficie dura;

• Dolor que empeora al estar de pie o moviéndose, pero disminuye cuando quitamos el peso de nuestros pies;

• Sensación de hormigueo en los dedos de los pies.

 

¿Cuáles son las causas de la metatarsalgia?

En el pie hay pequeños nervios entre los huesos metatarsianos. Cuando la cabeza de un hueso metatarsiano se presiona contra otro, el pequeño nervio queda atrapado entre ellos y comienza a inflamarse, causando la metatarsalgia. La condición puede empeorar a medida que el peso se coloca en el pie, porque a cada paso los huesos metatarsianos se rozan más y más, lo que provoca que aumente la inflamación del nervio, es lo que conocemos como Neuroma de Morton.

El dolor también puede aparecer por sobrecarga e inflamacion en la cabeza de los metatarsianos.

El pie tiene 5 metatarsianos, el primero de ellos es el mas corto y grueso, los otros mas delgados, tienen todos una forma similar, siendo mas cortos progresivamente desde el 2 hasta el 5º.

Durante la fase de despegue, cuando iniciamos la marcha, la fuerza del peso del cuerpo se transmite desde el pie a la cabeza de los metas, y esta fuerza se transmite en casi su totalidad en el 1º y 2º metatarsianos.

La mayoría de los problemas de sobrecarga de los metas, se producen cuando aparecen algunos cambios en la manera en que se transmite la fuerza a los dedos. Este exceso de presión origina inflamación en la zona afectada, junto con dolor en la cabeza de los metas.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, concurren varios factores en la aparición de una metatarsalgia, como por ejemplo:

• El uso de un calzado poco adecuado. Calzado con tacones altos y de puntera estrecha, o calzado deportivo con una suela estrecha y mal almohadillada.

• Las personas con sobrepeso; dado que el peso del cuerpo se transmite al ante pie. Cuanto mas peso se tenga, mayor es la probabilidad de desarrollar una metatarsalgia.

• La edad; cuando una persona envejece, la capa de grasa que protege el pie se puede volver más delgada y el pie tiene menos protección contra el impacto y la carga.

• Ejercicio de alto impacto. Las personas que corren o realizan deportes de alto impacto tienen un mayor riesgo de metatarsalgia, debido a que sus pies absorben grandes cantidades de fuerza.

• La forma del pie y de los dedos del pie. Como por ejemplo en el caso de un Pie Cavo. Este tipo de pie se caracteriza por tener un arco mayor de lo normal, siendo justamente lo opuesto al famoso Pie Plano. Esto hace que apoyemos todo el peso de nuestro cuerpo sobre una superficie más reducida (el talón y la cabeza de los metas), con lo cual, tanto la parte del talón como la del antepie sufren una mayor presión, dando origen a ese dolor tan agudo, especialmente en la zona anterior, que está menos preparada para soportar una gran carga.

También existen otros casos en que la persona tiene un segundo dedo del pie más largo que el dedo gordo del pie, lo que puede provocar un aumento de la presión sobre los metatarsianos.

• Las fracturas por estrés. Se trata de pequeñas grietas en los huesos de los dedos o metatarsianos que pueden causar dolor cuando el peso se coloca en un pie.

Entre las condiciones médicas que pueden causar metatarsalgia nos encontramos:

• juanete. Se trata de una protuberancia dolorosa e inflamación que se produce en la base del dedo gordo del pie. El dedo gordo del pie se debilita y se produce un aumento del estrés en el metatarso del pie. Esta condición puede ser causada por el uso de zapatos que son demasiado estrechos.

• Enfermedades como la gota, artritis reumatoidea, u otras de carácter inflamatorio y degenerativo, facilitan el frágil equilibrio de repartición de cargas en el ante pie.

• Acumulación de líquido en el pie.

• Neuroma de Morton. Es el engrosamiento del nervio interdigital que transcurre entre el tercer y cuarto metatarsiano, y en ocasiones, entre el segundo y tercer metatarsiano. El neuroma de Morton tiene síntomas muy similares a metatarsalgia y puede agravar aún más los esfuerzos de los metatarsianos.

• Diabetes. Los pequeños nervios en el pie pueden irritarse, provocando así una metatarsalgia.

Si no tratamos adecuadamente una metatarsalgia nos podemos encontrar:

• Que el dolor se propague a otras partes del pie o incluso al otro pie.

• Que aparezca un dolor en otro lugar del cuerpo debido a la cojera causada por el dolor en el pie.

Cuando un paciente acude a mi consulta con dolor en la planta del pie, tras examinar su pie y hacerle algunas preguntas, tales como su historia médica; su estilo de vida; tipo de calzado que usa; etc. siempre que lo considere necesario, realizo ciertas pruebas adicionales como pueden ser una radiografía, una resonancia magnética o una ecografía y análisis de sangre para conocer si existe alguna enfermedad como la gota, la artritis o diabetes.

¿Qué tratamientos existen para la metatarsalgia?

Los siguientes métodos pueden ayudar a aliviar el malestar y el dolor:

• Aplicar hielo en el área varias veces al día durante unos 15-20 minutos.

• Tomar medicamentos antiinflamatorios.

• Evitar los deportes de alto impacto e intentar algo más ligero como nadar o bicicleta.

• Descansar poniendo los pies en alto.

• En casos en los que la Metatarsalgia se deba a un Pie Cavo u otra causa fisiológica, el tratamiento se completaría además con unas plantillas apropiadas y personalizadas para la eliminación de los puntos de presión máxima, previo estudio de las presiones plantares de la pisada.

• Cambiar el calzado por uno más cómodo y anatómico, con un tacón que no supere los dos o tres centímetros de altura, puntera redondeada y suela flexible con un grosor adecuado.

• Bajar de peso: trate de mantener un peso corporal saludable.

 

Para los casos más graves los médicos especialistas podemos recomendar:

• La cirugía del pie: para cambiar la forma de los huesos metatarsianos; para liberar el nervio afectado, que puede quedar atrapado o para enderezar los dedos en martillo.

Actualmente realizamos estas técnicas quirúrgicas mediante Cirugía Minimamente Invasiva del Pié, con anestesia local y a través de pequeñas incisiones que ni siquiera precisan de sutura al terminar la cirugía. Estas nuevas técnicas permiten una recuperación mucho más rápida y casi sin dolor. El paciente puede comenzar a caminar a las pocas horas de la operación y volver a su actividad laborar o deportiva en cuestión de días.

 

Dr. Enrique Galindo Martens