Hombro Congelado

Existe una curiosidad que compartimos todos los médicos en nuestra actividad diaria y, aunque hablamos de ella con frecuencia y con cierta ironía, nunca encontramos una explicación. Esta curiosidad no es otra cosa que, independientemente de nuestra especialidad, las patologías que recibimos en la consulta o que tenemos que operar, se «agrupan por temporadas».

Es decir, si en un año atendemos y operamos cinco fracturas de pelvis, normalmente cuatro de ellas las operamos en dos semanas…

La explicación más acertada sobre este curioso hecho, la encontré en el libro sobre la Teoría de las Ondas de Elliott.

Estas ultimas dos semanas, estoy viendo posiblemente el 90% de los hombros congelados que veré en todo el año, y como es una enfermedad tan interesante y común, como desconocida, pensé en escribirles sobre ello.

La capsulitis adhesiva, también llamada «hombro congelado», aparece cuando el tejido conectivo que rodea la articulación del hombro se inflama de manera crónica, provocando el engrosamiento y endurecimiento de la articulación afectada. Puede ocurrir como consecuencia de un proceso inflamatorio: el revestimiento de la articulación desarrolla cicatrices que suponen una restricción para el movimiento. Aunque con frecuencia, es de origen desconocido.

El diagnóstico de capsulitis adhesiva a veces es difícil debido a que los síntomas que presenta (restricción de movimientos y un considerable dolor) son similares a los que se dan en las enfermedades músculo esqueléticas, como la artritis, tendinitis de hombro o roturas del manguito rotador.

El diagnóstico correcto de la capsulitis adhesiva requerirá una investigación extensa de la historia clínica del paciente para eliminar así otras causas.

Buscando bibliografía sobre este tema, he en contrado una frase interesante en un artículo publicado en el Journal of the American Academy of Orthopaedic Surgeons (JAAOS):
«los pacientes con un hombro rígido doloroso son diagnosticados a menudo como hombro congelado», Sin embargo, este es un diagnóstico impreciso debido a que son muchos los factores que contribuyen a la pérdida de movimiento del hombro”.

La capsulitis adhesiva no es necesariamente el resultado de una lesión. La enfermedad puede comenzar con un poco de dolor en el hombro antes de que el paciente empiece a notar una restricción progresiva de movimiento.


Los síntomas comunes de la capsulitis adhesiva son:

• El dolor nocturno. Los pacientes normalmente no pueden dormir sobre el hombro afectado.
• Movimiento restringido. Los pacientes tienden a tener dificultad para vestirse, peinarse, o llegar a un bolsillo trasero del pantalón.
• Muchos pacientes dejan de tener dolor o es mínimo una vez que el hombro pierde casi toda su movilidad; sin embargo, notan dolor cuando de repente el hombro se mueve más allá de los límites de la rigidez.
• El paciente puede sentir una pequeña molestia pero puede mover parcialmente el hombro. Sin embargo, si la persona realiza un movimiento mayor sin pensarlo, como por ejemplo intentar alcanzar algo de repente, entonces sentirá un dolor agudo y grave.

En cuanto a las poblaciones de mayor riesgo:

• Las mujeres entre 40 y 60 años son más propensas a desarrollar la capsulitis adhesiva.

• Las personas con diabetes presentan un mayor riesgo.

• Las personas con una vida sedentaria tienen un riesgo elevado de padecer la capsulitis adhesiva por lo general el hombro no dominante.

En cuanto al tratamiento, la mejor manera para restaurar el rango de movimiento del paciente y reducir significativamente las molestias del hombro comienza con ejercicios suaves y progresivos durante semanas y a veces meses, con el fin de aliviar los síntomas.

El primer paso del tratamiento es un programa de fisioterapia para estirar la cápsula de forma lenta y progresiva. La rehabilitación tiene un gran éxito por lo general.

De manera que indicamos las intervenciones quirúrgicas sólo a pacientes que no muestran un progreso adecuado durante varios meses con terapia física y que todavía tienen un movimiento muy limitado en su vida cotidiana.

Si se requiere cirugía, la liberación capsular artroscópica (resección de la cápsula engrosada y llena de cicatrices) ha demostrado un gran alivio del dolor y la restauración de la función del hombro de dos a cinco años después de la cirugía.


Probablemente, la única condición que es similar durante el examen físico del paciente es la artrosis de la articulación del hombro. Pero con la artrosis, al intentar mover el hombro, a menudo se tiene una sensación de “roce” que no se da con la capsulitis adhesiva; y por supuesto, los rayos X mostrarán los cambios artrósicos y de pérdida el cartílago.

Las resonancias magnéticas y otras pruebas de imagen pueden ser útiles para excluir otras causas de los síntomas pero generalmente no son necesarios para el diagnostico de la capsulitis adhesiva.

Normalmente es un proceso autolimitado que tiende a la recuperación y mejoría espontánea o con ayuda de la rehabilitación.

Ejercicios diarios y suaves de estiramiento, no solo de los hombros, sino de todas las articulaciones ayudan a prevenir este tipo de enfermedades. El deporte y otras actividades más enérgicas, por el contrario, tienen más tendencia a provocar todo tipo de lesiones.

Un Saludo,

Dr. Enrique Galindo Martens