Una de las afecciones más comunes en los pacientes de mediana edad que acuden a mi consulta es el dolor de hombros. Y una causa frecuente de ese dolor es la rotura del manguito rotador, fundamentalmente del tendón Supraespinoso.
El manguito de los rotadores es una estructura formada cuatro tendones que cubre la cabeza del húmero y ayuda a levantar el brazo, rotarlo y extenderlo por encima de la cabeza.
Al estar ubicado entre dos superficies óseas, es más susceptible de sufrir pinzamientos.
Las causas principales de las lesiones de los tendones del manguito rotador pueden ser,
Traumáticas debido a una caída sobre el brazo extendido o al levantar algo muy pesado con un movimiento brusco.
Aparecen sobre todo en pacientes jóvenes y están asociadas a actividades deportivas (como por ejemplo el béisbol, tenis, ski, equitación, levantamiento de pesas…); o bien,
Degenerativas que son el resultado del desgaste del tendón que ocurre lentamente con el paso del tiempo.
Estas últimas, se ven más frecuentemente en pacientes de mayor edad. Habitualmente se producen por un pinzamiento entre las dos estructuras óseas, la cabeza del Húmero y el Acromion. Este pinzamiento produce un roce en todos los movimientos de abducción de la cabeza humeral causando un desgaste que terminará en una rotura del tendón. Antes de llegar a la rotura aparecerá una bursitis subacromial (inflamación de la bursa subacromial, situada entre el acromion y el manguito rotador). Posteriormente se puede producir una tendinitis, para terminar luego en una rotura completa del tendón.
En ambos casos, para el diagnóstico realizamos primero una ecografía para poder ver si hay bursitis, inflamación del tendón o rotura.
En ocasiones, cuando pensamos que hay patología asociada, es necesario hacer exámenes complementarios como una resonancia magnética para ver el resto de la articulación del hombro.
A la hora de planificar el tratamiento para mis pacientes, tengo en cuenta su edad, nivel de actividad, salud general y tipo de desgarro. El objetivo del tratamiento es reducir el dolor y recuperar la función.
Cuando hablamos de un tratamiento no quirúrgico, el primer paso para la recuperación es evitar el exceso de actividad que involucra movimientos repetidos de los brazos a una altura mayor que la de la cabeza. El descanso, los antiinflamatorios y ciertos ejercicios específicos controlados por un médico rehabilitador. En algunos casos, puede mejorar la sintomatología del hombro del paciente y le devolverán el movimiento.
Sin embargo, para muchos otros de mis pacientes, la cirugía es la mejor opción de tratamiento con una tasa de éxito por encima del 95%.
Si usted es una persona muy activa y usa los brazos para deportes o trabajos que involucren movimientos repetidos de los brazos por encima de la altura de la cabeza; si sus síntomas han durado más de 6 meses; si se trata de un desgarro del tendón de más de 3 centímetros; si la debilidad de su hombro le impide realizar las actividades diarias o si su rotura fue causada por una caída u otro tipo de accidente, necesitará tratamiento quirúrgico.
Pero ya sea que su tratamiento implique cirugía o no, la rehabilitación será sumamente importante para fortalecer el hombro y que pueda volver a realizar sus actividades diarias.
Dr. Enrique Galindo Martens