El reemplazo de la articulación de la rodilla por una articulación artificial es un procedimiento quirúrgico conocido como prótesis de rodilla. Cada vez más personas afectadas por dolencias como la artrosis de rodilla y la artritis rodilla requieren de la sustitución de la articulación de la rodilla debido al deterioro de la misma y el dolor que ocasiona al paciente afectado, afectando muy negativamente en sus actividades cotidianas.
La causa más común para llevar a cabo la prótesis total de rodilla es paliar el dolor y eliminar las molestias que sufre el paciente. El personal médico recomendará este procedimiento quirúrgico si el paciente presenta grandes dificultades para poder caminar, si el dolor de la rodilla no ha mejorado tras probar otros tratamientos, o si el dolor le impide descansar por la noche o realizar sus actividades cotidianas con normalidad.
Protesis de rodilla ante la artrosis de rodilla y la artritis rodilla
La prótesis de rodilla es una intervención quirúrgica que consiste en retirar de la rodilla el cartílago y el hueso dañado, sustituyéndolas por piezas artificiales. Cabe señalar que los pacientes que se someten a este tipo de intervención quirúrgica no sufren dolor alguno, ya que la misma se puede realizar bajo anestesia general o bien bajo anestesia regional (epidural). Dicha intervención suele tener una duración de unos 60 minutos.
Tras la aplicación de la anestesia, el cirujano realizará una incisión en la rodilla para poder abrirla, la cual tendrá por norma general unas dimensiones aproximadas de unos 15-20 centímetros de longitud. El cirujano se encargará de apartar la rótula y cortar los extremos de tibia y fémur en la parte inferior de la pierna del paciente y, de este modo, poder colocar la pieza de sustitución.
Posteriormente, el cirujano tallará la zona inferior de la rótula para de este modo prepararla para las nuevas piezas que se van a implantar en la rodilla. Las dos partes de la prótesis se deberán fijar a los huesos (fémur y tibia), pegándose ambas partes a la zona inferior de la rótula. Para terminar, el cirujano reparará los músculos y tendones que se localización alrededor de la nueva articulación y se procederá a cerrar la incisión con puntos de sutura.
Tal y como indican los investigadores en la materia, la prótesis total de rodilla puede convertirse en una solución ideal para poder volver a recuperar buena parte de la funcionalidad perdida, y realizar nuevamente aquellas tareas cotidianas que el dolor y la molestias impedían llevar a cabo, regresando a un estilo de vida menos limitado para el paciente.
Normalmente, y si no se producen complicaciones de ningún tipo, el paciente será dado de alta al cabo de unos 2-4 días después de la intervención para que pueda recuperarse por completo de la anestesia y de la cirugía en sí misma.
Es habitual que el cirujano le recomiende comenzar a caminar desde el primer día tras la intervención. La recuperación completa puede oscilar entre los 4 meses y el año.
Beneficios de la prótesis total de rodilla ante la artrosis de rodilla y la artritis rodilla
La protesis total de rodilla es una intervención que solamente brinda beneficios a los pacientes que se someten a este procedimiento quirúrgico con motivo de una artrosis de rodilla o una artritis rodilla.
Este tratamiento ha demostrado ser muy efectivo, aunque lamentablemente los pacientes que sufren de artritis reumatoide no pueden esperar los mismos resultados que aquellos con artrosis. Existen diferencias importantes en los resultados obtenidos tras una prótesis total de rodilla por artrosis que por artritis.
Una nueva rodilla ofrece a los pacientes con artrosis de rodilla que han sido intervenidos hasta 20 años de uso de la misma sin dolores de ningún tipo, aunque en ocasiones el tiempo se puede ver reducido a los 10 años. Todo ello dependerá del caso particular de cada paciente. Sin embargo, en aquellos casos de pacientes que han sido intervenidos debido a una artritis rodilla, el dolor puede surgir mucho antes, afectando nuevamente a la zona.
Aun así, hay que señalar que ya sea para tratar una artrosis de rodilla o una artritis rodilla se trata de un procedimiento quirúrgico muy bueno, que puede mejorar de forma drástica la calidad de vida de los pacientes que se someten a dicha intervención. Una vez que el paciente se recupera por completo tras la cirugía no precisará de ayuda para poder volver a caminar.
Dr. Enrique Galindo Martens